Monday, December 29, 2014

Contaminan evidencias en dependencias policiales

Funcionarios de la División de Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de El Alto estarían incumpliendo protocolos de recolección de evidencias al colocar las pruebas en barandales de la entidad policial donde llegan a ser contaminadas con la manipulación de los familiares de víctimas de muertes violentas.

Si bien, en la actualidad, los funcionarios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, por orden del Comando General, han determinado no realizar ninguna declaración en lo que se refiere a dar a conocer datos de los hechos criminales que son atendidos por esta instancia diariamente, en la actualidad esa determinación pretende ser aplicada incluso para la toma de fotografías en un espacio público como dicha instancia policial.

En un recorrido efectuado por EL DIARIO a las oficinas de la Felcc se evidenció que familiares de un hecho de homicidio eran dirigidos por un investigador de caso a un espacio abierto, donde estaban tendidas seis prendas de vestir, entre ellas una camisa celeste, una polera azul, una chompa azul y una chamarra blanca, además de una mochila, todas ellas estaban completamente manchadas con sangre y se encontraban colgadas en el barandal del tercer piso.

Los familiares de primer grado de la víctima, quienes fueron citados a Homicidios sin tener ningún conocimiento de los procedimientos de investigación ni cómo se debería proteger la evidencia para evitar perjudicar el proceso de investigación y el proceso judicial, manipularon las prendas, a vista y paciencia del investigador del caso.

Cinco familiares fueron quienes evidenciaron las prendas y uno de ellos si bien fue quien manipuló las mismas, éstas estaban expuestas al aire libre y sin ninguna custodia policial.

Sólo cuando EL DIARIO se apersonó a verificar que se trataba de una muerte violenta, fue el investigador del caso quien se molestó por las imágenes tomadas y señaló: “no me saque a mí las fotos, tenemos privacidad, quiero ver sus fotos, présteme su cámara”, exigía el investigador, mientras la familia de la persona que fue víctima de un hecho violento manipulaba las prendas.

Si bien los familiares en su angustia, dolor y la carencia de conocimiento de los procedimientos de investigación optaron por no informar detalles del hecho, la preocupación sólo se mantenía en que el investigador no sea quien fuera fotografiado a pesar de ser una autoridad pública que está en un ambiente público atendiendo a víctimas de un hecho delictivo.

Posteriormente, el responsable de la División de Homicidios, identificado como el teniente Quisberth, solicitó que este medio se comunique con él horas más tarde. Lamentablemente en el tiempo establecido y al consultar al oficial sobre el conocimiento que los funcionarios deben tener referido al protocolo de la recolección de evidencias y por qué estas prendas estaban en un ambiente abierto y sin custodia, el oficial, prefirió hacerse al desentendido.

“Hola, si la estoy escuchando muy bien, no conozco a lo que se refiere sobre eso del protocolo, no le entiendo, como es eso del protocolo”, fue lo único que señaló y finalmente colgó la llamada para no atender más.

Llama la atención que las seis prendas que estaban bajo el sol en un ambiente abierto para vista y manipulación de cualquier persona no fueron recolectadas adecuadamente y enviadas al Instituto de Investigaciones Forense (IDIF). Por otro lado, si bien existe un gran recelo por la información en esta instancia policial, donde se pretende restringir la información de hechos públicos, se demuestra nuevamente la falta de conocimientos y aplicación de los protocolos de investigación, factor que se enmarca en el incumplimiento de deberes y al mismo tiempo en el perjuicio en los procesos penales que puede dañar incluso a los familiares de víctimas de muerte violenta.

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