WhatsApp, una aplicación de chat para teléfonos móviles de última generación, se ha convertido en la nueva red para narcotraficantes y proxenetas que ofertan sexo a usuarios de teléfonos inteligentes, alertó la División de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) de la Policía.
“Este sistema permite el envío de mensajes de texto, fotografías e incluso audios a los usuarios. Su funcionamiento es idéntico al de los programas de mensajería instantánea para ordenador más comunes, pero difícil de rastrear”, informaron fuentes consultadas por La Prensa.
Según informes, este nuevo método permite que los narcotraficantes puedan comunicarse sin ser detectados, a diferencia de redes sociales como Facebook o Twiter y correos electrónicos, donde pueden ser rastreados.
Uno de los expertos en informática de la DACI explicó que “la identificación de cada usuario es su número de teléfono móvil. Basta con saber el número de alguien para tenerlo en la lista de contactos.
Basta con que el emisor y el destinatario tengan instalada esta aplicación en su teléfono para que puedan crear una red delictiva, apuntó.
Lo que ahora llama la atención es que el WhatsApp se ha convertido no sólo en una red de comunicación, sino en una red donde también se contacta a las víctimas que después son ofertadas, en su mayoría adolescentes de entre 16 y 17 años.
Un informe extraoficial refiere que desde hace tres meses circulan por este sistema fotografías y datos de jovencitas que son ofertadas por WhatsApp. Además, de acuerdo con el modelo de teléfono, también es posible compartir la ubicación con el usuario que esté chateando, así como enviar fotografías, notas de audio y videos.
Usando WhatsApp, proxenetas y vendedores de droga al raleo han modernizado sus operaciones y dejado de lado a intermediarios de “segunda clase”, es decir, a aquellas personas que se dedican a la venta de droga y la prostitución clandestina en plazas y parques.
Los informantes de inteligencia de la Policía señalaron además que, inclusive, hay redes de prostitución dirigidas por adolescentes que conocen el negocio y cuentan con un cartera de clientes importante.
Uno de los efectivos del DACI explicó que “para usar WhatsApp hay que contratar un servicio de Internet móvil. Los mensajes son enviados a través de la red hasta el teléfono de destino. Este sistema es rápido y efectivo y por ello, ahora, es usado por microtraficantes grandes y proxenetas”.
El policía explicó que, a diferencia de los mensajes de texto, el WhatsApp no puede ser escuchado y mucho menos registrado, lo que da cierta confidencialidad a los delincuentes que usan el sistema.
“Este sistema es nuevo, por eso muchos padres de familia desconocen con quien o quienes se están relacionando sus hijos y deben comenzar a tener mayor control sobre ellos”, dijo el oficial que indaga el origen de los mensajes.
No comments:
Post a Comment