De guardias a presos, tras ser pillados en flagrancia

En lo que va del mes, tres policías implicados en tráfico de drogas que fueron sorprendidos en flagrancia fueron enviados a penales cochabambinos con detención preventiva. El último es el teniente Diego Óscar Céspedes Pérez, recluido en El Abra, acusado de intentar ingresar marihuana a la cárcel de San Antonio en complicidad con una mujer que iba de visita.

Céspedes fue detenido el lunes, después de ser denunciado porque ayudaba a la esposa de un recluso a introducir un kilogramo de marihuana camuflado en una bolsa que contenía pollo frito. Él ordenó al cabo de llaves hacer pasar a la visita con el paquete, pues le aseguró que ya lo revisó. El policía no obedeció la orden y en la requisa descubrió un envoltorio con la droga.

La mujer, que era cómplice de Céspedes, también fue aprehendida por la Policía. Durante su declaración informativa reveló que no era la primera vez que ingresaba droga a la penitenciaría con la colaboración de Céspedes.

Este fue el tercer caso de policías implicados en narcotráfico. El primero se registró el 1 de marzo en El Abra, cuando una mujer que visitaba a su esposo fue descubierta intentando meter 139 gramos de cocaína en cajas de fósforo. El trabajo fue planificado con el cabo Elías Mamani, que ese día fungía como guardia de seguridad y debía evitar la requisa. El efectivo fue enviado al penal de San Pedro en Sacaba.

El segundo caso se registró cuatro días después, el 5 de marzo. El sargento Sergio Larrea Diez de Medina fue aprehendido en un operativo realizado por la fuerza antinarcóticos en Sacaba. Él transportaba dos kilos de cocaína dentro de su vehículo.

Control en los penales

Durante la primera quincena de febrero, la Policía llevó adelante operativos de control en diferentes cárceles del país para evitar problemas en las fiestas de Carnaval. Halló cocaína y marihuana en pequeña magnitud, además de armas blancas.