Se presume que las rosetas iban a ser comercializadas a motorizados indocumentados o robados en el trópico y Yapacaní. Las 22 placas fueron clonadas con documentos de autos con papeles legales. En tanto que 14 tenían códigos inventados.
Las falsificaciones fueron realizadas minuciosamente en talleres artesanales. Las placas incluso tenían los hologramas de las originales. Sin embargo, se descubrió que eran falsas por algunos elementos, dijo.
“La mujer de la tercera edad que portaba el paquete indicó que ella lo recibió en calidad de encargo para llevarlo a Santa Cruz. Entre los elementos también se encontraron cuatro logotipos de la tercera placa, tres rosetas del SOAT y dos del B-Sisa falsificados”, señaló el jefe policial.
Ante estas circunstancias, Diprove busca implementar un sistema de identificación computarizado. De este modo se pretende evitar la falsificación de placas y el robo de autopartes. Este mecanismo será colocado en la placa, pero reconocerá el motorizado en su totalidad.
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