Durante el año disponen de seis vehículos, pero ahora tienen ocho para ejecutar operativos de control en puestos móviles, ante el incremento en el flujo de la circulación vehicular y el aumento de los accidentes.
En cuanto a presupuestos, el comandante de la Policía Caminera, coronel Iván Tapia, explicó que es el Comando de la Policía el que distribuye los recursos, de manera que cada unidad cuenta con alimentación y vales de combustible.
RIESGO Tapia dijo que las patrullas móviles de control están encargadas, actualmente, de presionar a los choferes de camiones a que cumplan las normas de conducción en carreteras. Por ejemplo, por la carga que llevan, los camiones no pueden correr a más de 40 kilómetros por hora y deben dejar, entre camión y camión, un espacio para que los vehículos livianos puedan rebasarlos uno por uno y avanzar. “Pero no cumplen, se colocan en fila india sin dejar espacios y los choferes de carros livianos deben rebasar a varios a la vez, exponiendo sus vidas al invadir carril por demasiado tiempo”, explicó. También están controlando que no se supere el límite de velocidad, si hay aliento alcohólico, y otras faltas.
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