Saturday, April 27, 2019

Narco andaba rodeado de policías, jueces y logró el título de abogado


Festejó su cumpleaños el 26 de marzo con 300 personas, entre policías, jueces y al menos 10 mariachis. Salió de abogado, lo animaban a ser juez y viajaba a Sucre y compartía fiestas con algunos magistrados


Pedro Montenegro Paz, nacido el 26 de marzo de 1981 en Santa Cruz, es el mayor de dos hermanas. Está casado y tiene dos hijos, una mujer de 13 y un varón de 8 años. Se hizo conocer como un próspero empresario dedicado a la construcción de casas.

Es considerado por el Tribunal Supremo de Justicia, desde el 21 de julio de 2015, como un capo extraditable y ahora se convirtió en uno de los más buscados por la Policía en Bolivia y de Brasil por delito de tráfico internacional de cocaína.

Su nombre sonó fuerte desde el 17 de este mes, cuando se hace pública una fotografía en Cartagena (Colombia) donde aparece junto a Robin Justiniano, el hijo del coronel Gonzalo Medina, el capitán Fernando Moreira, la esposa de este, Esther Arteaga Carrasco ‘Guiguita’ y otras personas durante una fiesta de Carnaval.

La foto difundida públicamente y la historia plasmada en un auto supremo que ordenó su captura para su extradición a Brasil por narcotráfico, destapó uno de los mayores escándalos por sus vínculos con altos jefes policiales.

Así festejó su cumpleaños

EL DEBER llegó a tomar contacto con una de las personas que el martes 26 de marzo participó en el cumpleaños de Pedro Montenegro. Ese día hacía un poco de frío, pero el festejo se armó pocos días después de que Montenegro llegara del viaje que hizo a Cartagena con amigos policías, su esposa y sus hijos.

La fiesta se realizó en instalaciones de una fraternidad, ubicada en el quinto anillo y Radial 26. Habían más de 300 personas, un conjunto y al menos 10 mariachis, comida y bebidas de toda clase.



Entre los visitantes se destacaban conocidos jefes policiales, algunos jueces y gente que rodeaba a Pedro. La fiesta duró hasta al amanecer y hubo comida y bebida en abundancia. “Vi que un juez siempre estaba a su lado y era muy atento con Pedro”, dijo el invitado al festejo.

Su lujoso auto Porsche

Según las pesquisas de la Policía Pedro Montenegro es dueño de autos de alto costo. EL DEBER accedió a la fotografía de un auto, de industria italiana, marca Porsche, color celeste, valuado en aproximadamente $us 150.000, con el que aparece posando su hija de 13 años en la acera de su casa en la calle Barcelona 7, del barrio Las Palmas.

Sin embargo, este mismo vehículo se involucró en un accidente la noche del 31 de marzo, día en el que se estrelló contra la pared de un condominio por la zona del Urubó. La Policía reportó el hecho y surgieron versiones sobre el que iba manejado, un extranjero en estado de ebriedad y con exceso de velocidad. Al final nada se aclaró.

Tiene título de abogado


Pedro Montenegro Paz, mantuvo durante los últimos años las buenas relaciones con gente de la Policía, de la Justicia, del Ministerio Público y en la parte académica, con profesionales de la Universidad Gabriel René Moreno.

Los policías y los fiscales que la mañana del jueves practicaron un allanamiento en la casa donde vivía, de la calle Barcelona 7 del barrio Las Palmas, se llevaron una sorpresa. En el inmueble suntuoso, sobre su escritorio, encontraron el original de su título de abogado en provisión nacional.

La Universidad René Moreno extendió el documento el 27 de marzo de 2018, con el registro 991041461, a nombre de Pedro Montenegro Paz, con carné 5339194-SC. El título de licenciado en Ciencias Jurídicas lleva la firma del rector Saúl Rosas Ferrufino. La comisión de fiscales que allanó la casa de Montenegro, secuestró el título junto a otros documentos.

El coordinador de la Fiscalía Anticorrupción, Remberto Soto, dijo que el documento será sometido a peritajes para verificar su autenticidad. La Fiscalía ya está cursando requerimientos a las instancias del sistema de educación superior.

Con magistrados en Sucre

Un allegado a la familia de Montenegro, que participó de su cumpleaños, afirmó que el extraditable pudo gozar de muchas ventajas en la universidad, teniendo en cuenta que desde 2015 era buscado por la justicia.

Un testimonio que ya es conocido por los servicios de Inteligencia de la Policía, da cuenta de que Pedro Montenegro incluso era animado por amigos del ramo judicial para que se postule a juez. “Viajaba seguido a Sucre. Los fines de semana se juntaba con magistrados, hacían fiestas y él costeaba todo. Su amigo inseparable, que lo recibía allá, era un magistrado del Tribunal Constitucional que ya no está, pero que aprobó la repostulación de Evo (Morales)”, dijo.

La esposa de Pedro, según los testimonios de las personas ante la Policía y la Fiscalía, también organizó fiestas para el aniversario de la Felcc a la cabeza de Gonzalo Medina. Ella festejó en el aniversario con mujeres policías de esa repartición.

Se fue y dejó a sus hijos

El testimonio ante la Fiscalía de la suegra de Pedro Montenegro, revela que se fue con su esposa hace unos seis días, pero dejó en su casa de Las Palmas a sus hijos.

La Felcc en sus pesquisas informó que Pedro viajó a Cartagena con una identidad falsa, pero sus dos hijos lo hicieron manteniendo su apellido. Su esposa también celebró su cumpleaños los primeros días de abril, lo hizo en un local con la temática de la marca Gucci.



Medina, de capitán extorsionador a un famoso coronel vinculado con un narco

El excoronel fue investigador de una de las fiscales más conocidas en La Paz y ambos fueron implicados en una red de corrupción, hace 15 años. El exjefe fue denunciado por el MAS.


“A todos aquellos que mellaron mi dignidad, no les guardo ningún rencor, estoy seguro de que no saben lo que hacen (…), soy un policía de honor con 34 años de servicio”. Así se defendía Gonzalo Medina hace dos semanas, después de que se hiciera pública una foto que lo vincula con el narcotraficante Pedro Montenegro Paz.

Hasta ese día fue el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz, cargo que mantuvo casi por tres años al liderar los casos delictivos más grandes y de los cuales fue cuestionado por acciones fuera de la legalidad.

El Comando de la Policía lo suspendió del cargo y el pasado miércoles una jueza decidió darle detención preventiva por sus nexos con el narcotráfico. La misma suerte corrió su entonces subalterno, el capitán Fernando Moreira.

Sin embargo, los antecedentes de Medina datan desde hace 15 años. El aún capitán fue investigado por ser parte de una red de corrupción que lideraba la entonces fiscal Alda Nikita Blanco Reyes. Ambos trabajaban juntos en casos de corrupción pública en la ciudad de La Paz.

Ese año, diputados del Movimiento Al Socialismo (MAS) denunciaron a la fiscal y a su investigador, pero las autoridades del Ministerio Público salieron en su defensa.

En los últimos días aparecieron testigos de esos casos de corrupción. “Blanco y Medina abrían un caso con denunciante (desconocido), a la víctima convocaban a declarar, le vaciaban el código (le hacían conocer la norma) y la amedrentaban. Ningún abogado podía con ellos. Después de tenerla contra las cuerdas y la pared, Medina hacía dos cosas: le pedía plata y/o le sugería ‘un buen abogado’ para ayudarle en su casito”, cuenta una persona que estuvo al tanto de esos procesos.

Según este testigo, Blanco y Medina operaban con varios abogados conocidos y pedían miles de dólares a grupos de empresarios y gente con dinero para que dejen a un lado los caso. “Sólo con ese dinero las víctimas recibían el alivio necesario”, recuerda la fuente.

Desvío de combustibles, extorsiones a empresarios y abogados y procesos en la Caja Nacional de Salud (CNS) son algunos de los casos por los que Medina y Blanco fueron denunciados. Incluso, en 2006, cuando el MAS asumió el poder, fue Gustavo Torrico, quien los denunció por hechos de corrupción, sin embargo, ninguna autoridad cerró algún proceso contra ambos.

Son más de 15 años que Medina hizo su carrera policial en diferentes unidades, pero ganó “un premio” cuando fue destinado a Santa Cruz.

En enero de 2016, Medina ascendió a coronel, en la gestión del entonces comandante general, Édgar Téllez, cuyo cargo fue hasta agosto de ese año. Hasta esa fecha, el oficial era subdirector de la FELCC cruceña, pero ya actuaba en casos de relevancia

En octubre de 2016, Medina fue nombrado director de la FELCC de esa ciudad por el comandante Rino Salazar. Permaneció en ese puesto hasta hace dos semanas, ratificado por lossucesores de Salazar: Abel de la Barra, en 2017; Faustino Mendoza, en 2018; y Rómulo Delgado, de enero a marzo de este año.

Apenas asumió el cargo en la FELCC, la Alcaldía de Santa Cruz le otorgó Medina la distinción “mérito municipal” por su servicio ciudadano.

En casi tres años al mando de la FELCC lideró operativos como el del caso Eurochronos, en el que todo apunta que fue un policía quien disparó contra Ana Lorena Tórrez en el atraco frustrado a esa joyería. El entonces coronel Medina salió a defender el trabajo de sus efectivos.

En los últimos días, salieron a la luz denuncias de extorsión y casos montados que implican al exoficial como parte de un grupo irregular en la Policía.

Pero el vínculo con el narco Montenegro le hizo perder todo, su carrera de 34 años, su prestigio de un coronel que decía tener y su libertad.

Fotografías en Cartagena de Indias, en Colombia, lo vinculan a él y a su hijastro Robin Justiniano Merubia con el narcotraficante prófugo buscado en Brasil, evidencias de las cuales ya no pudo defenderse.

Con él cayó el excapitán Moreira, su mano derecha en la FELCC. El expolicía y su esposa Esther Arteaga aparecen junto a Montenegro en varias fotos.

Un beso de Moreira en la cabeza de su jefe Medina el día de la audiencia dejó a muchos con dudas. ¿Qué guarda esa muestra de afecto, complicidad o traición?


Medina, de capitán extorsionador a un famoso coronel vinculado con un narco

El excoronel fue investigador de una de las fiscales más conocidas en La Paz y ambos fueron implicados en una red de corrupción, hace 15 años. El exjefe fue denunciado por el MAS.


“A todos aquellos que mellaron mi dignidad, no les guardo ningún rencor, estoy seguro de que no saben lo que hacen (…), soy un policía de honor con 34 años de servicio”. Así se defendía Gonzalo Medina hace dos semanas, después de que se hiciera pública una foto que lo vincula con el narcotraficante Pedro Montenegro Paz.

Hasta ese día fue el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz, cargo que mantuvo casi por tres años al liderar los casos delictivos más grandes y de los cuales fue cuestionado por acciones fuera de la legalidad.

El Comando de la Policía lo suspendió del cargo y el pasado miércoles una jueza decidió darle detención preventiva por sus nexos con el narcotráfico. La misma suerte corrió su entonces subalterno, el capitán Fernando Moreira.

Sin embargo, los antecedentes de Medina datan desde hace 15 años. El aún capitán fue investigado por ser parte de una red de corrupción que lideraba la entonces fiscal Alda Nikita Blanco Reyes. Ambos trabajaban juntos en casos de corrupción pública en la ciudad de La Paz.

Ese año, diputados del Movimiento Al Socialismo (MAS) denunciaron a la fiscal y a su investigador, pero las autoridades del Ministerio Público salieron en su defensa.

En los últimos días aparecieron testigos de esos casos de corrupción. “Blanco y Medina abrían un caso con denunciante (desconocido), a la víctima convocaban a declarar, le vaciaban el código (le hacían conocer la norma) y la amedrentaban. Ningún abogado podía con ellos. Después de tenerla contra las cuerdas y la pared, Medina hacía dos cosas: le pedía plata y/o le sugería ‘un buen abogado’ para ayudarle en su casito”, cuenta una persona que estuvo al tanto de esos procesos.

Según este testigo, Blanco y Medina operaban con varios abogados conocidos y pedían miles de dólares a grupos de empresarios y gente con dinero para que dejen a un lado los caso. “Sólo con ese dinero las víctimas recibían el alivio necesario”, recuerda la fuente.

Desvío de combustibles, extorsiones a empresarios y abogados y procesos en la Caja Nacional de Salud (CNS) son algunos de los casos por los que Medina y Blanco fueron denunciados. Incluso, en 2006, cuando el MAS asumió el poder, fue Gustavo Torrico, quien los denunció por hechos de corrupción, sin embargo, ninguna autoridad cerró algún proceso contra ambos.

Son más de 15 años que Medina hizo su carrera policial en diferentes unidades, pero ganó “un premio” cuando fue destinado a Santa Cruz.

En enero de 2016, Medina ascendió a coronel, en la gestión del entonces comandante general, Édgar Téllez, cuyo cargo fue hasta agosto de ese año. Hasta esa fecha, el oficial era subdirector de la FELCC cruceña, pero ya actuaba en casos de relevancia

En octubre de 2016, Medina fue nombrado director de la FELCC de esa ciudad por el comandante Rino Salazar. Permaneció en ese puesto hasta hace dos semanas, ratificado por lossucesores de Salazar: Abel de la Barra, en 2017; Faustino Mendoza, en 2018; y Rómulo Delgado, de enero a marzo de este año.

Apenas asumió el cargo en la FELCC, la Alcaldía de Santa Cruz le otorgó Medina la distinción “mérito municipal” por su servicio ciudadano.

En casi tres años al mando de la FELCC lideró operativos como el del caso Eurochronos, en el que todo apunta que fue un policía quien disparó contra Ana Lorena Tórrez en el atraco frustrado a esa joyería. El entonces coronel Medina salió a defender el trabajo de sus efectivos.

En los últimos días, salieron a la luz denuncias de extorsión y casos montados que implican al exoficial como parte de un grupo irregular en la Policía.

Pero el vínculo con el narco Montenegro le hizo perder todo, su carrera de 34 años, su prestigio de un coronel que decía tener y su libertad.

Fotografías en Cartagena de Indias, en Colombia, lo vinculan a él y a su hijastro Robin Justiniano Merubia con el narcotraficante prófugo buscado en Brasil, evidencias de las cuales ya no pudo defenderse.

Con él cayó el excapitán Moreira, su mano derecha en la FELCC. El expolicía y su esposa Esther Arteaga aparecen junto a Montenegro en varias fotos.

Un beso de Moreira en la cabeza de su jefe Medina el día de la audiencia dejó a muchos con dudas. ¿Qué guarda esa muestra de afecto, complicidad o traición?