Clonación de páginas de diversas instituciones, perfiles falsos en redes sociales y mensajes fraudulentos, entre otros, son algunas de las nuevas modalidades de estafas que utilizan los delincuentes para obtener dinero de manera fácil o sustraer objetos de valor a sus víctimas.
El jefe de la División Cibercrimen de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Dieter Chambi, explicó a Cambio que una de las más recientes modalidades que usan los antisociales es mediante Facebook.
“Mayormente son hombres los que crean perfiles falsos de mujeres o adolescentes, pues así les es más fácil ganar confianza con otra mujer. Les ofrecen trabajo o simplemente buscan una amistad, y luego de que ya hay más acercamiento, les piden fotografías con contenido sexual”, indicó.
Dijo que cuando la víctima finalmente cae en esa falsa amistad, el antisocial utiliza estas fotos para extorsionarla por dinero, o en algunos casos para pedirle que tengan relaciones sexuales, a cambio de no difundirlas en Internet.
Chambi sostuvo que otra actividad que ha proliferado este año es aquella en la que los delincuentes se hacen pasar por un familiar que llega del exterior y cuyas maletas han sido retenidas en el aeropuerto; para recuperarlas, supuestamente se debe pagar un monto de dinero a la agencia; de lo contrario, se amenaza con confiscarlas.
“Creemos que muchos de ellos obtienen información sobre los parientes que tenemos en las redes sociales y que están en otros países. Luego llaman desde un número de línea internacional, dan algunos datos que son extraídos del perfil de nuestro pariente y con eso convencen a las víctimas de que se trata verdaderamente de un familiar”, explicó.
Agregó que otra de las nuevas modalidades de los grupos criminales es contactar a sus víctimas mediante Tinder.
“Como es una aplicación para conocer personas con un carácter más sentimental, vale decir, personas que compartan nuestros gustos, los malhechores —mediante un perfil falso— invitan a las víctimas a salir, y cuando están con ellas les dan bebidas con somníferos, para luego sustraerles sus objetos de valor”, describió.
En otros casos, el delincuente va al domicilio de la víctima después de que es invitado por la supuesta conexión o Match (como se denomina a dos perfiles que se gustan), mediante una invitación.
Sin embargo, el antisocial va con un grupo y, utilizando igualmente somníferos, roba objetos de valor del domicilio.
Otro delito que los delincuentes cometen desde hace varios años es enviar mensajes de texto sobre supuestos premios que la víctima ganó; para recogerlos, debe depositar determinado monto de dinero o enviar códigos de tarjetas de empresas telefónicas.
“También hemos registrado casos de clonación de páginas web de empresas estatales, privadas o entidades bancarias”, detalló.
Recordó que hace dos semanas se detectó que una página web de una institución financiera fue clonada, y mediante su plataforma los antisociales pedían números de cuentas y contraseñas a las víctimas que ingresaban —supuestamente para reclamar premios—, y luego les vaciaban sus cuentas bancarias.
Recomendaciones
Ante estos modus operandi, Chambi recomendó que para no caer en estafas por las redes sociales no se debe publicar demasiada información personal, ni direcciones propias o de parientes, ya que éstas pueden ser utilizadas por los delincuentes para cometer ilícitos.
“Para detectar perfiles falsos es imprescindible que no se acepten solicitudes de amistad de personas extrañas. En caso de ser personas conocidas, se debe averiguar si esas cuentas tienen amigos, fotografías o publicaciones, ya que si hay escasas datos, probablemente se trate de un perfil falso”, alertó.
En el caso de “la estafa por las maletas de un familiar”, lo aconsejable es contactar por otra vía a la persona que presuntamente nos solicita dinero para recuperar su equipaje, o a otros familiares o amigos cercanos a él, para confirmar que se trata de un pariente.
Finalmente, para averiguar si somos ganadores de un premio o concurso de cualquier empresa o entidad bancaria, Chambi señaló que se debe corroborar directamente con la compañía cualquier llamada, mensaje o publicación.
“Todas las empresas o instituciones cuentan con líneas de atención gratuitas en las que podemos confirmar si verdaderamente ganamos un premio; también —y mejor aún— se puede ir hasta la oficina de la compañía para comprobar si se trata de una oferta real o fraudulenta”, recomendó el jefe policial.
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