El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), coronel Jhonny Aguilera, informó que hasta la fecha el Ministerio Público no realizó el trámite judicial para llevar a cabo la intervención de las casas, donde se presume se alteraban los números de códigos IMEI o de “fuentes” de celulares que son robados.
Explicó que de manera oportuna remitió los informes al Ministerio Público, para que canalice el mismo ante un juez que instruya los allanamientos.
“No me ha llegado aún esa disposición judicial que permita realizar esta labor que es importante porque he visto en la ciudad una gran cantidad de tiendas donde ponen flashear (reinstalar sistema en español), que no es otra cosa que la alteración de los datos del teléfono”, dijo a El Diario.
En criterio del jefe policial, la actividad de borrar los datos de un teléfono es una actividad delictiva. En ese sentido espera que el Ministerio Público comparta su opinión toda vez que estos aparatos celulares son obtenidos en su mayoría en acciones delictivas.
“Si alguien procede a alterar un teléfono estamos ante una organización criminal porque la mayoría de las veces estos teléfonos son obtenidos a través de la violencia o el robo”, afirmó.
El Director de la Felcc expresó su extrañeza por la demora del Ministerio Público, toda vez que pasaron cuatro días desde que la Felcc detuvo a tres individuos en posesión de 59 teléfonos celulares de última generación que fueron robados y hasta ahora no hay la orden para allanar las tiendas donde se flashean los teléfonos que luego son vendidos en el mercado.
¿CÓMO SE BORRA UN CELULAR?
El flashear o borrar los registros de un celular es la alteración del código fuente, impide que las entidades telefónicas hagan el seguimiento a los aparatos y, por tanto, es imposible su reconocimiento.
Para realizar este proceso se introduce una serie de aditamentos que provocan la alteración de las celdas que identifican el teléfono, esto quiere decir que se alteran los caracteres alfa numéricos que identifican el país al que fue destinado el teléfono, la marca y el número serial que corresponde a cada aparato.
“Cuando se introduce un programa, se borra todos los datos porque no es más que una base informática y se introduce otra que pudiera ser de un país vecino como Chile, Argentina o Perú”, dijo.
El viernes pasado, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) recuperó 59 teléfonos celulares de última generación y detuvo a tres presuntos ladrones, que recurrían al ejercicio de la violencia y uso de armas de fuego para robarlos en las calles de la urbe paceña.
Los tres individuos están acusados de robo agravado y manipulación informática, porque procedían a alterar los códigos fuentes o email (comúnmente llamado flashear el teléfono), para luego vender los equipos en el mercado formal.
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