Sunday, June 25, 2017

Policía, en sus 191 años, batalla ante débil capacitación en las tecnologías


Sentado, con una libreta vieja en una mano y un celular sin LTE ni GPS en la otra, un policía con grado de sargento recibe una denuncia. Ya lleva dos años trabajando en esta unidad del norte cruceño. Al frente de él hay un colchón de paja que ocupa para descansar alguna de sus noches de turno, una mesa de madera con un ‘taco’ y una portátil “usadita” que se compró ocasionalmente y la utiliza para hacer sus oficios.
El sargento se licenció como policía en 2003 y desde hace dos años trabaja en este municipio, tanto feriados y algunos fines de semana para ganarse un bono adicional a los Bs 2.800 que, según dijo temerosamente, recibe mensualmente.
Indicó que hace poco donaron dos motos adicionales a la unidad, pero que por la falta de dinero para combustible algunos días están paradas.


“Hace dos años nos capacitaron en el Sigosec (para georreferenciación), pero aún no se implementó. Los delincuentes ya están avanzados en el uso de estas tecnologías”, explicó.
El 26 de junio, la Policía celebra su aniversario. Cumple 191 años. EL DEBER conversó con subalternos, oficiales y mayores bajo una premisa: ¿cómo ocupan estas nuevas tecnologías para cumplir sus labores cotidianas? Las respuestas hablan de lo que están pasando en esta entidad del orden.

Un policía para 300 personas
En Bolivia hay un policía para cada 300 personas. Según el informe de rendición de cuentas de esta entidad, hasta el 2016, se registraron 36.567 agentes (con los 1.486 que se añadieron ese año). Y un 14,5% del total corresponde a mujeres que están ubicadas principalmente en el comando general y en las direcciones nacionales.


El año pasado, la Policía recibió del TGN un presupuesto estimado de Bs 3.000 millones y sus tres inversiones relevantes en cuanto a temas de tecnología se enfocaron en equipar una unidad móvil de videovigilancia, con una antena de 12 metros, varios monitores y cámaras; así también para consolidar el Sistema Nacional de Registros y Antecedentes Policiales (Sinarap), que emitió unas 11.000 certificaciones al mes, y el Sistema Integrado de Investigación Criminal (SIIC), que tiene huellas y registros de unas 1.200 personas.


Rubén Suárez, comandante de la Policía Departamental de Santa Cruz, que asumió el cargo a inicios de marzo, dice que toda tecnología es buena pero que esta no superará a la inteligencia del ser humano. En sus primeros meses de gestión, Suárez asegura que el uso de la tecnología les ha ayudado a neutralizar a varias bandas criminales que incluso operaban en Paraguay, Brasil, Argentina, Perú y Chile.
Suárez explica que hay delincuentes que se han dado modos para obtener fácilmente armamentos, radares, drones y por esto urge que la Policía esté también equipada a la par.


Observó también que hay personas que usan para fines ilícitos las nuevas técnicas como, por ejemplo, para el juego de la ballena azul o para dañar la dignidad de las personas. “Depende de la educación que tiene la persona que está detrás de estas nuevas tecnologías”, aclaró.
Resaltó la instalación del Centro Automático de Denuncia Integral (CADI), pero pidió que este sea sostenible.

La inteligencia ‘verde olivo’
William Montes es jefe de Interpol y su trabajo está abocado a la parte investigativa. Él tiene la obligación de saber, entre otras cosas, lo que pasa en las fronteras por donde transitan los delincuentes.
Montes indica que necesitan de más vehículos para las tareas de patrullaje, así como de herramientas para reforzar el control aéreo y de armamento de precisión para casos de persecución, pues en las fronteras hay bandas bien organizadas.
“Necesitamos equipos, pero también una preparación más activa del personal. Solo así tendremos una policía más científica y certera”, aseveró.

Unidad de Tránsito
En cinco meses del año, Tránsito registró al menos 57 personas muertas por accidentes automovilísticos. Así lo confirmó, Constantino Sejas, director departamental de esta unidad.
Sejas dice que una gran parte de estos trágicos hechos se dan en las carreteras y por esto indica que necesitan más soporte tecnológico. “Tenemos pistolas, pero no son suficientes. Además, los puntos de control son distantes y escasas”, manifestó.
Según el jefe policial, el trabajo de control preventivo se tiene que hacer en coordinación con las autoridades departamentales, de quienes se espera más apoyo económico sobre todo para equipamiento.


Alberto Aguilar, jefe distrital de la Policía en Los Lotes, asegura que se siente feliz de pertenecer a la institución verdeolivo y que los policías han aprendido a adaptarse a las nuevas tecnologías.

Las voces que respetan el orden
Pero, ¿qué dicen los oficiales de base? Muchos aceptan hablar, pero con la condición de que sus nombres no sean divulgados. Un efectivo contó que hace poco cerraron por una tarde las puertas de una unidad debido a fallas en el sistema informático. También dijo que para comunicarse con sus superiores se recargan crédito al celular con su propio dinero y que tampoco pueden acceder a créditos bancarios puesto que con sus sueldos no les prestan ni $us 4.000.


Otro agente comentó que hace poco recibió un memorándum escrito a mano pues en su unidad el director no tiene computadora. Agregó que las capacitaciones son pocas, pero insuficientes y que varios de sus colegas optan por trabajar como taxistas o comerciantes para tener más ingresos pues el sueldo de policía no alcanza.

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