El uniformado jubilado Raúl Montero Ledesma recibió un reconocimiento del comandante de Frontera Policial Alberto Miranda Ordoñez y fue felicitado por sus ex compañeros de trabajo. A tiempo de dejar lo que consideró su segundo hogar, recordó que en el transcurso de su vida profesional pasó por los diferentes cambios que tuvo la oficina de investigación y vio de cerca los riesgos que pasan sus camaradas, subrayó que están capacitados, pero que no cuentan con el armamento necesario.
Relató que ingresó a la Policía siendo muy joven cuando se le presentó la oportunidad de ingresar a la escuela de la Dirección de investigación Criminal (DIC), donde se inició en el trabajo, después de haberse cerrado esta instancia, nació Criminalística, que también desapareció, posteriormente fue creada la Policía Técnica Judicial (PTJ) y finalmente apareció la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Trabajó 33 años en el servicio a la sociedad a través del verde olivo.
El pasado lunes 10 de abril dejó las filas de la institución policial y sostuvo que quiere dedicarse a sus tres hijas, esposa y nietos en un cien por ciento y le gustaría que uno de sus descendientes sea como él, un “policía investigador”, pero “eso se verá, porque para ser policía hay que tener vocación de servicio a la sociedad en la lucha contra la delincuencia”, agregó.
“Los 33 años de servicio no son fáciles de olvidar”, dijo, que se siente triste por dejar a sus compañeros de trabajo, “camaradas que al igual que él vieron de cerca arriesgar su vida, cuando se persigue o se hace seguimiento a una persona que delinque, viendo el peligro de frente, muchas veces no se sabe cómo se va a presentar”, apuntó.
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