El general Wiler Andrade renunció al cargo de subcomandante, por lo que Eduardo Rivera asumió ese puesto en la cúpula de la institución del orden.
“Yo también quedé sorprendido, no había justificativo específico, concreto que pueda haber ocasionado mi cambio”, declaró ayer escuetamente a Página Siete el excomandante de la Policía Boliviana, general Rómulo Delgado, luego de su repentino relevo.
El último acto público al que Delgado asistió, antes de ser reemplazado por Vladimir Calderón, fue el martes a las 13:30 en oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para la presentación de la banda criminal Rodo Rojas, acto en el que estuvo acompañado del ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Según fuentes del Comando de la Policía, horas más tarde Delgado recibió una llamada en la que le dijeron que se presente en el Ministerio de Gobierno, donde sin mayores explicaciones le informaron que sería relevado del cargo que asumió el 24 de diciembre de 2018.
A las 18:30 ya circulaban entre oficiales de alto rango la Orden de guarnición Nº 025/2019 para la asistencia de todo el personal jerárquico a la “posesión del nuevo comandante”, en el Palacio de Gobierno, nota firmada por el propio Delgado.
“Reconocer la gestión del comandante saliente, general Delgado. No hemos recibido ninguna denuncia de irregularidades o corrupción, esto lo quiero precisar para evitar especulaciones (...) pero en la vida de las instituciones se presentan circunstancias en las que hay que cerrar una etapa y dar nacimiento de otra”, afirmó Romero en el acto de posesión del actual comandante, general Vladimir Calderón.
Romero señaló que en los tres meses de gestión de Delgado se habían “sincronizado varias denuncias de corrupción” y que había tenido la capacidad de procesarlas.
Hizo referencia a los casos de la venta de cupos a la Academia Nacional de Policías (Anapol), donde dos generales fueron enviados a la cárcel y las denuncias de cobros por el cambio de destinos y una red que permitía el ingreso de contrabando, en el que el principal implicado es el excomandante de la Policía de Oruro, Rommel Raña.
Ambos casos venían de la gestión del antecesor de Delgado, el general Faustino Mendoza, quien fue involucrado en ambos procesos.
Ayer por la mañana, el nuevo comandante anunció que se inició con un trabajo de evaluación de todas las direcciones nacionales, los comandos departamentales y del personal para determinar quienes serán reemplazados con vistas a coordinar con el plan de trabajo que le presentó el ministro Romero.
Vladimir Calderón, nuevo comandante.
Foto:APG
“Sin embargo, quiero adelantarme a decir que nuestros sistemas de control y supervisión han sido vulnerados y es en este aspecto en el que vamos a trabajar”, sostuvo Calderón.
Romero cuestionó ayer el trabajo de las inspectorías policiales en los comandos departamentales y exigió que sus responsables presenten informes.
Aseguró que en esta nueva gestión se debe “conformar equipos de trabajo” para frenar los casos de corrupción.
Dos generales fuera
Pero ayer se dio una segunda baja en la cúpula policial, el subcomandante, general Wiler Andrade, no se presentó al acto de posesión del nuevo Estado Mayor de la Policía y en su lugar fue nombrado Eduardo Rivera y como Inspector General se ratificó en el cargo de Donato Coronel.
“No tengo comentarios”, fue la respuesta que dio Andrade, a quien correspondía suceder en el cargo a Delgado, pero el martes se presentó en el Palacio acompañando a Calderón.
“Yo desconozco cuáles son los motivos”, afirmó el nuevo comandante al ser consultado sobre la ausencia de Andrade y la falta de miembros en el nuevo Estado Mayor.
Asimismo, hay versiones que señalan que dentro de la cúpula policial hay malestar por los cambios repentinos de los cargos, señalan que “hay movimientos políticos”.
Calderón conforma su nuevo Estado Mayor sin dos generales
El nuevo comandante de la Policía Boliviana, Vladimir Calderón, posesionó ayer a su nuevo Estado Mayor, pero aún faltan dos puestos por ocupar.
El primer ausente en la reconformación de la cúpula policial fue el excomandante Rómulo Delgado, y ayer se retiró de esta instancia sin mayores razones el general Wiler Andrade, que ocupaba el cargo de subcomandante.
Calderón designó ayer a Eduardo Joaquín Rivera como subcomandante general y jefe de Estado Mayor de la Policía, y a Johnny Donato Coronel como Inspector General.
No se estableció quién suplirá en el cargo a Calderón que hasta el martes fungía como director nacional de instrucción y enseñanza de la Universidad Policial (Unipol).
Eduardo Rivera juró ayer como subcomandante.
Foto: Ministerio de Gobierno
Según la hoja de vida de Calderón, su último destino antes de ser ascendido a general fue de agregado policial en Estados Unidos.
Delgado también fue agregado policial, pero en Argentina y como primero de curso fue designado como edecán del presidente Evo Morales en las gestiones 2006, 2007 y 2008.
Entre los desafíos que tiene el reemplazante de Delgado, está la lucha contra la corrupción, continuar con el programa BOL - 110 y fortalecer las tareas de seguridad ciudadana, entre otros.
“Con el gradual potenciamiento y el fortalecimiento de la institución policial que recibimos de parte del Gobierno del hermano presidente Evo Morales a través del hermano ministro de Gobierno, Carlos Romero, podemos alcanzar la excelencia de nuestros servicios”, fue parte del discurso de Calderón tras tomar juramento a su Estado Mayor.
Mencionó que es “urgente” transitar hacia el fortalecimiento tecnológico, que coadyuve en la labor institucional acorde a los avances y desarrollo de la modernidad a la que organizaciones criminales acceden con mayor facilidad para actuar ilícitamente.
El relevo sorpresivo en el mando policial se da en medio de un clima electoral por las elecciones presidenciales.
En lo que va de la gestión del actual Gobierno, todos los comandantes de la Policía que ha designado fueron denunciados por diferentes delitos, desde casos de corrupción a temas de narcotráfico.
No comments:
Post a Comment