Tránsito celebra 90 años de vida y apunta a cambiar su ley

El Organismo Operativo de Tránsito celebró ayer 90 años de vida con la mirada puesta en modificar su normativa y acomodarla a la actual legislación boliviana y la coyuntura del país.

Esta unidad fue creada en 1926 debido al crecimiento en la circulación de vehículos motorizados en el país. La función de regular el tránsito de vehículos y peatones estaba a cargo de gendarmes de la Policía, que en 1943 se instalaron en el edificio donde aún se encuentran hoy en día: sobre la avenida Mariscal Santa Cruz, esquina Cochabamba.

Ayer se realizó una celebración en el salón Evo Morales de la Academia Nacional de Policías (Anapol), a la cual asistió todo el Estado Mayor policial.

"Tenemos un reto particular con este organismo: brindarle un mejor horizonte en cuanto a la actividad investigativa.

Estamos regidos por un código y un reglamento que necesitan una actualización, debemos avanzar en actualizar nuestra normativa que sin lugar a dudas lo necesita”, manifestó el comandante general de la Policía, Édgar Téllez, en su discurso.

La autoridad hizo énfasis en la necesidad de estos cambios, pues el Código Nacional de Tránsito, elevado a rango de Ley en 2008, data de hace más de 40 años (febrero de 1973).

"Hoy es imperativo replantear políticas y estrategias institucionales en el marco de nuestras propias competencias, las cuales deben enforcarse en brindar servicios policiales más eficientes, transparentes y profesionales, con una filosofía más abocada al pueblo”, declaró el director nacional de Tránsito, Julio Cruz.

El coronel recordó que antes de 2012 Tránsito estaba dividido, pues los organismos departamentales operaban por su cuenta y no existía un ente nacional que reuniera la información generada en las distintas regiones del país.

Había casos en los que un conductor que perdió su licencia en un departamento por una infracción podía conseguirla en otro.

En agosto de 2012 se creó la Dirección Nacional de Tránsito. Éste fue uno más de los innumerables cambios de una institución que constantemente estuvo marcada por la corrupción. "Podemos retroceder a los primeros años del siglo pasado, recordar los primeros uniformes de los agentes de parada y patrulleros”, dijo Téllez.

Detrás de él formaban policías con uniformes de diferentes épocas. Azules, con cascos similares a los de un soldado; un patrullero con chaqueta blanca, otro con chamarra de cuero negra con botas del mismo material hasta la rodilla, y el "barita” de chaleco anaranjado, entre otros.