Los efectivos policiales prefirieron no dar a conocer su identidad por miedo a represalias de parte de autoridades de Gobierno, sin embargo, relataron algunos de los hechos acontecidos la noche del miércoles pasado.
Alrededor de 46 efectivos policiales, entre hombres y mujeres, con signos de violencia en el cuerpo, aseguraron haber sido golpeados, humillados y vejados. Luego de ser rescatados, fueron trasladados a centros de salud, donde llegaron desde las 23.00 horas del miércoles.
INTERNOS EN NOSOCOMIOS
Los funcionarios policiales han sido atendidos durante la jornada de ayer en los diferentes nosocomios con diagnósticos, en su mayoría, de lesiones graves en las extremidades inferiores, superiores, cabeza y rostro. Los cooperativistas mineros aprovecharon el conocimiento del terreno donde se ubicó el punto de bloqueo, logrando emboscar a los efectivos policiales, quienes pretendían responder a la orden de despejar la vía.
Cabe destacar que el número de uniformados era menor al de los bloqueadores, lo que permitió que los efectivos se convirtiesen en víctimas.
“Sí, hubo intercambio con cerca de 39 detenidos que eran sólo de la ciudad de La Paz y otra cantidad de cooperativistas mineros que estaban detenidos en Cochabamba. En el momento de la emboscada y luego de que quedamos en calidad de rehenes, nos han golpeado con palos, quimsacharani (látigo de cuero de vaca de tres cuerdas trenzadas), cinturones y de todo”, describió uno de los efectivos policiales afectado por los golpes que recibió de los trabajadores mineros.
GOLPIZAS A LAS POLICÍAS
En el caso de las mujeres policías, la situación no fue diferente, ya que debieron soportar serie de agresiones, golpizas, humillaciones y vejaciones, “sólo por el hecho de ser mujeres policías”, según anotó una de las afectadas.
“La mayoría de los cooperativistas que nos detuvieron y secuestraron se encontraban en estado de ebriedad, primero nos han golpeado, nos quitaron el casco que nos protegía la cabeza y nos han chicoteado, igual que a los varones. En un momento nos han obligado a que nos inclinemos, que nos pongamos agachadas, en medio de insultos y uso disparates que utilizaban en contra de nosotras, pese a que estábamos sangrando por los golpes recibidos en la cara, la cabeza y las piernas, ellos (cooperativistas), nos seguían golpeando, no han respetado nada, no nos dejaban ni ir al baño, nada”, explicó una de las afectadas, quien admitió que fueron rebasados por los manifestantes; sin embargo, se vieron obligados a cumplir la orden que recibieron para el despeje de la vía.
“HAY QUE MATARLOS”
Para las funcionarias policiales queda el recuerdo de la frase: “Hay que matarlos”, aspecto que ocasionó un mayor temor psicológico.
“Yo estaba como rehén, me han golpeado de forma salvaje, tanto en la cabeza como en los pechos y hasta en mis partes nobles me han pateado, mientras me arrastraban hasta el lugar donde estaban, en ese momento en que estaba llegando una ambulancia, solo uno se ha podido escapar, yo me quedé de rehén”, relató una de las policías.
Hasta la madrugada de ayer, 02.45 horas, llegaron a los centros de salud varios de los uniformados trasladados en ambulancias, gravemente golpeados. Hoy continuarán internados en los diferentes centros de salud, mientras logran recuperarse de los golpes y el trauma psicológico.
RETENCIÓN
Por su parte, los cooperativistas mineros dieron a conocer que se procedió a la retención de los uniformados, luego de que éstos intentaran despejar la carretera con el uso de agentes químicos, lo que ocasionó heridos entre los mineros.
Los representantes de los cooperativistas aseguraron que las supuestas agresiones de los efectivos policiales afectaron principalmente a uno de ellos, al ser herido en el rostro, lo que derivó en la retención de efectivos policiales como represalia.
Entretanto, el vicepresidente de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras, Agustín Choque, dio a conocer la disponibilidad de aceptar dialogar con las autoridades de gobierno, pero manteniendo la medida de presión.
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