La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) decomisó entre seis y ocho toneladas de clorhidrato de cocaína camufladas en un cargamento de mineral (sulfato de bario). La carga se encontraba en cuatro contenedores que tenían como destino Costa de Marfil, donde la droga se comercializaría hasta en 640 millones de dólares.
"Esta sustancia mineral en cantidad de 80 toneladas fue depositada en cuatro camiones de alto tonelaje y gran capacidad de carga. Cumplían los requisitos de exportación, pero el mineral escondía adherida la cocaína que es todavía difícil de establecer en términos absolutos, pero hablamos más o menos de seis a ocho toneladas de droga”, informó ayer el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
La investigación de la Policía para realizar el operativo que tuvo lugar el 14 de enero comenzó hace un año aproximadamente. Personal de Inteligencia sospechó del transporte de este material (utilizado para la perforación de pozos petroleros) debido a que en Costa de Marfil no se realiza este trabajo.
La carga se encontraba en cuatro contenedores, a su vez transportados por cuatro trailers de una empresa que cuenta con los permisos para exportar el mineral. La ruta comenzaba en la ciudad de Santa Cruz, después Yacuiba, pasaba por territorio argentino hasta llegar a un puerto de Montevideo, Uruguay. Allí los contenedores serían transportados a través del océano Atlántico a Costa de Marfil, en África.
Romero calificó al procedimiento de adhesión de la droga al mineral como "bastante inverosímil, muy particular”.
Para detectar el clorhidrato fue necesario interceptar primero a los vehículos y recolectar muestras de la carga.
Las mismas se analizó en el laboratorio de la FELCN con un método llamado cromatografía de gases con trampas de iones. "Dada la complejidad de cómo se escondió la sustancia no se podía detectarla con otros métodos de prueba convencionales”, explicó el director nacional de la fuerza antidroga, Santiago Delgadillo. El resultado fue positivo para una de las drogas más finas.
Uno de los contenedores fue interceptado en la ciudad de Santa Cruz, y los otros tres en Yacuiba, frontera con
Argentina. Se aprehendió a un ciudadano boliviano, Marco Antonio A. P., quien gestionaba la licencia de exportación del mineral.
Este individuo ya fue enviado al penal de Palmasola.
"El kilogramo de esta droga cuesta unos 80.000 dólares en Costa de Marfil. La investigación continúa para dar con los cabecillas de la organización implicada”, sostuvo Delgadillo.
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