El sargento de Policía Richard Cuiza se atrevió a denunciar corrupción de sus compañeros y superiores, pero el procesado terminó siendo él. Ahora, Richard no recibe sueldo, no tiene techo ni dónde comer. Por la indignación y la desesperación, este sargento optó por esposarse a una banca en la Terminal de Buses de La Paz en demanda de justicia
Cuiza indicó que oriundo de Tarija y fue destinado a cumplir sus funciones en Pando, en la zona fronteriza con Brasil, donde hace cuatro meses detectó actos de corrupción de sus camaradas
Explicó que sus compañeros extorsionaban a los conductores que pasaban por una tranca y hacían mal uso de los vehículos policiales, se farreaban en ellos.
Denunció esas irregularidades a sus superiores, pero éstos lo procesaron a él en lugar de perseguir a los corruptos.
“Yo he dado parte al coronel (Comandante Departamental de Pando) y no ha hecho nada, por eso digo que he debido tocar algo que a él le beneficiaba y a mí me ha terminado procesando y arruinando a mi familia”, lamentó
Según Richard, entonces el comandante departamental, coronel Jhonny Ortuño, impulsó un proceso contra él por desobediencia, desacato y deserción, debido a que se ausentó de su trabajo para operarse de la apéndice en Riberalta. “¿Qué quería? Que me muera”, cuestionó
“Me ha procesado a mí, y a los otros (los corruptos) los han mandado a otro lugar para ocultarlos y me han arruinado mi familia”, dijo
El sargento aseveró que la Policía no le dio de baja, pero lo alejó de sus funciones y le quitó su sueldo
Cuiza recordó que se reunió con el viceministro de Régimen Interior, Marcelo Elío, en Santa Cruz, donde supuestamente la autoridad le prometió interceder para reincorporarlo y destinarlo a Yucuiba, pero eso no se cumplió
Por la desesperación, el sargento viajó desde Tarija a La Paz en busca de justicia, en compañía de su esposa y su bebé
Richard llegó a La Paz sin nada. “No tengo un techo donde dormir y no tengo ni siquiera donde almorzar”, señaló.
Este miércoles, y en presencia de su esposa y su bebé, el sargento de Policía se enmanilló a una banca de la Terminal de Buses. Explicó que escogió este lugar porque, por ahora, es su único techo, donde pasó la noche
Cuiza pidió que se lo reincorpore a su trabajo y afirmó que mantendrá su medida de presión hasta que Elío acuda a la Terminal. “No es posible que me haya dejado en el olvido, muriéndome de hambre”, agregó
“Por ser un buen policía, estoy sufriendo”, finalizó.
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