El Cabo dijo que la misión del policía “es ayudar a los que nos necesitan sin recibir nada a cambio”, por eso al ver que “la señora se encontraba en mal estado y no podía caminar más, lo que yo he hecho es ayudarle”.
La anciana hablaba quechua y como el uniformado es originario de una provincia de Cochabamba, también de habla quechua, conversó con la señora.
El policía contó que ella le había manifestado que venía de una lugar muy alejado rumbo a un hospital para curar sus dolencias, pero que estaba tan cansada que no podía cruzar un rio, cerca de la ruta por donde debían pasar las motocicletas que participan en el Dakar.
“A nadie hemos dejado pasar (por el paso de los vehículos del Dakar), pero como la señora se encontraba delicada de salud tenía que hacerle pasar”, relató.
Antes de que llegaran las motos de la competencia, el cabo cargó sobre sus espaldas a la mujer gasta donde estaba una patrulla que se encontraba a 70 metros de distancia aproximadamente.
“(Ella) estaba con calentura y con malestar general” y por eso fue trasladada al hospital de Tupiza, indicó Prado.
“Mi mayor sueño es ayudar a las personas necesitadas es por eso que he estudiado para ser policía porque he visto mucha discriminación a las personas pobres”, agregó el uniformado y pidió a sus camaradas no hacer quedar mal a la institución.
Adán tiene 23 años, nació en Tarata, Cochabamba. Es de origen pobre y su madre y su padre son del área rural, tiene otros cinco hermanos, él es el cuarto hijo de la familia; uno de sus hermanos menores también postulará a la carrera policial.
Este es el segundo año que ejerce la profesión policial, estudió en la Escuela Básica Policial de Yacuiba y este martes recibió una condecoración por cumplir con su deber y hacer quedar bien a la institución.
UN POLICÍA CONDECORADO, MIL REMITIDOS A LA JUSTICIA
El lunes, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que en la gestión 2015 se envió a más de mil policías ante la justicia por incurrir en distintos delitos.
Los efectivos del orden estuvieron implicados en hechos de narcotráfico, corrupción, complicidad con delincuentes, entre otros, además de faltas disciplinarias en el cumplimiento de su servicio.
El comandante de la Policía boliviana, Edgar Téllez, indicó que la institución alberga a 37.000 uniformados en todo el país y si bien hay varios procesos en la justicia y en el orden disciplinario, muchos de ellos son acumulados de anteriores gestiones.
“Hemos tenido problemas en el orden disciplinario pero todos y cada uno de ellos han ameritado un procedimiento establecido, cuando se trata de delitos estos han sido remitidos a la justicia ordinaria”, indicó Téllez.
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