Un juez de Instrucción Cautelar ordenó ayer la detención preventiva del traficante de cocaína Gróver Zelaya y del policía Flavio Sánchez Rodríguez en la cárcel de San Pablo de Quillacollo.
El primero fue imputado por la Fiscalía por un delito de tráfico de drogas previsto en la Ley 1008 y el segundo fue acusado del delito de concusión.
Según la relación de los hechos descrita por el fiscal de Sustancias Controladas Weimar Barea, el lunes 27 de julio, un agente de la Policía de Cochabamba que está destinado a custodiar la cárcel de San Sebastián fue aprehendido por vecinos de Colcapirhua, cuando intentaba voltear la droga que un narcotraficante iba a entregarle a una tercera persona.
El traficante, identificado como Gróver Zelaya, estaba acompañado de un adolescente de 14 años que llevaba en una mochila cargada en su espalda casi cuatro kilos de cocaína en paquetes tipo ladrillo.
Al lugar pactado en la avenida Blanco Galindo, llegó una vagoneta similar a la que usan los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y de la que bajaron al menos tres policías vestidos con el uniforme verde olivo, chalecos de la FELCN y armados con pistolas de reglamento.
Según la declaración del detenido Zelaya, los policías intentaron arrebatarle la mochila al adolescente. En el mundo de la delincuencia, este delito se llama volteo y se refiere al hecho de apropiarse de una mercadería ilícita por la fuerza, con engaños o fingiendo ser autoridad, pero con fines de lucro o beneficio personal.
Rolando Ramos, el abogado del policía sindicado, dijo que su cliente insiste en que es inocente y que él aprovechaba su día de descanso para ejecutar una orden de aprehensión en contra de Gróver Zelaya por deudas de asistencia familiar, pero éste se habría resistido a la detención, por lo que tuvo que enmanillarlo en medio de un lío.
Ludwin Ledezma, el abogado de Gróver Zelaya, desmintió esta versión y pidió que se exhiba la orden de aprehensión por asistencia familiar, pero la misma no existía. El defensor también hizo notar que el policía portaba un chaleco de la FELCN y estaba armado, cuando era custodio de una cárcel y estaba de descanso.
El fiscal Weimar Barea pidió la detención preventiva del policía al que imputó por el delito de concusión. Si éste fuera hallado culpable en un juicio podría ser sancionado, según el artículo 151 del Código Penal, con 3 a 8 años de reclusión. Se investiga a los otros dos policías, presuntos cómplices.
Menor liberado.
El adolescente de 14 años que llevaba la droga en una mochila fue liberado con medidas sustitutivas a la detención.
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