Más de un centenar de policías del Batallón de Seguridad Física en Oruro se resistieron ayer a cumplir la orden de cambio de destino del Comando General de la Policía Boliviana y se movilizaron junto a sus esposas.
“Hacer conocer a la opinión pública que en nuestra institución el cambio de destinos es rutinarios, contamos con el batallón de seguridad física que se encarga de recaudar los ingresos para cubrir los sueldos de los mimos uniformados”, dijo el comandante departamental de Policía, Rodolfo Tapia.
El jefe policial explicó que desde inicio de esta gestión más de 100 efectivos no cuentan con contratos y se debe cubrir a fin de año los aguinaldos.
“El Comando General de la Policía ha previsto que estos efectivos que no tiene un puesto en Oruro presten sus servicios en el interior del país, donde ya cuentan con contratos”, afirmó.
La unida de seguridad física en Oruro cuenta con 360 efectivos de los cuales 140 recibieron su memorándum de cambio de destino a Potosí, Sucre, Tarija y Cochabamba.
Los efectivos de seguridad física que se movilizaron junto a sus esposas denunciaron que existe “malversación de recursos”, porque los contratos que realiza la Policía con las entidades bancarias es por 6.900 bolivianos y sus salarios son un promedio de 2.800 bolivianos.
En horas de la tarde se instaló una reunión en Seguridad Física para tratar de encontrar una solución a ese conflicto.
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