Los viernes, cerca de las 9:00, en el patio de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz se instalan puestos de venta de uniformes y otros implementos policiales que se venden a cualquiera que pase por allí, sin tener la certeza de que el comprador sea un efectivo policial o, posiblemente, se trate de un delincuente.
Hay gorras de camuflaje de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), otras en las que se lee "Policía” o con el símbolo de la institución del orden: un cóndor erguido sobre dos fusiles. Están a 25 bolivianos.
Los uniformes verde olivo están por encima de los 200 bolivianos. Los chalecos reflectantes, que suelen usar los efectivos de Tránsito, a 40 o 50 bolivianos. También hay grados: desde sargentos hasta coroneles; cinturones, botas, esposas metálicas a 200 bolivianos, gas pimienta, bastones extensibles importados de Corea a 60 bolivianos, los clásicos de madera a 20, pasamontañas, y otros objetos que usan a diario los uniformados.
Las vendedoras llegan con sus bolsos llenos de esta mercancía y vacían su contenido sobre un aguayo en el lugar donde forman los efectivos de la fuerza anticrimen.
Una de las vendedoras explicó que los uniformes los confeccinan ellas, que los viernes se instalan allí hasta las 13:00 y el resto de los días cerca de la Estación Central de la línea Roja de Mi Teleférico.
Nadie tiene la certeza de quién compra esos productos, pues se acercan ¿policías? con uniforme, pero también civiles para cotizar y llevarse algunas cosas. Página Siete comprobó que los uniformes se venden a civiles sin ningún control. Con rebaja (a 60 bolivianos) si uno se lleva una gorra y un chaleco, pero sin factura.
"Falsos policías” son palabras frecuentes en los titulares de la prensa. En los operativos, especialmente los de la FELCC, es común encontrar delincuentes uniformados para simular ser policías y delinquir con mayor facilidad.
Algunos se especializaron en ingresar a casas y tiendas de esta manera, o detener vehículos particulares como si se tratara de un control de rutina.
También hay quienes se colocan uniformes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y "voltean” (les quitan para luego vender) droga a los narcos al fingir una intervención.
Ya en una oportunidad, el comandante general de la Policía, Édgar Téllez, a tiempo de presentar a unos "falsos policías”, reconoció que la venta de estas prendas debe ser regulada, pues se ofrecen en ferias populares, pero también fuera del mismo Comando General y, como se evidenció, en el patio de la FELCC.
El director departamental de la fuerza anticrimen, Gary Omonte, reconoció que no existe ningún control ni autorización. "No hay normativa a nivel nacional que regule el tema de las prendas. En el comando se está trabajando en una norma para que la confección y venta de los uniformes se haga sólo por personal autorizados.
Gracias por recordarnos, más bien vamos a poner todo el empeño en que esto avance”.
Este medio se contactó con el encargado de Vestuario Policial del Comando, Juan Carlos Apaza, para conocer sobre el avance de esta norma; sin embargo, se negó a brindar una declaración por falta de "autorización para hablar”.
Reclamos y realidad
Renovación Policías de bajo rango protestaron varias veces porque no hay una dotación adecuada de los uniformes, por lo que se ven obligados a comprar éstos por su propia cuenta. Aunque el jefe de la FELCC en La Paz, Gary Omonte, dijo que la dotación es continua y que los efectivos compran porque quieren nuevos.
Libre La venta de implementos y uniformes policiales se da también en ferias y tiendas de la ciudad.
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