Actos de corrupción, falsedad material para ascensos a generales y cambios de destino como castigos son algunas de las denuncias que la exsubcomandante de la Policía, Rosario Chávez, hizo conocer ayer a la ministra de Transparencia, Lenny Valdivia, en una lista de siete irregularidades que detectó en la institución.
Las siete irregularidades, además de las ya mencionadas, incluyen "malos tratos contra la mujer, cambios de destino a los subalternos ante la negativa de cometer actos ilegales, irregularidades en la guardería policial y compras ilegales de víveres de dotación denunciadas ante la Fiscalía”.
Tras la reunión que sostuvieron ambas en la Asamblea Legislativa, la abogada de la generala, Paola Barriga, informó que se comprometieron a enviar documentación referente a estos casos al despacho de Transparencia.
En el documento que se expuso, en una carta destinada al presidente Evo Morales, con copia a Transparencia, Chávez escribió: "Me veo discriminada por denunciar actos delictivos, los mismos que hice conocer oportunamente de acuerdo con la cadena de mando; primero al Estado Mayor y al exministro de Gobierno, Hugo Moldiz, con quien realizamos algunas acciones conjuntas, toda vez que son de muy alto riesgo es que se actuó con la mayor cautela, tanto en la protección de las víctimas como de los denunciados”.
En la misiva reiteró que las denuncias ya las conocían el excomandante general, Luis Cerruto, el exinspector y actual comandante, Édgar Téllez, y el exdirector general de la Dirección de Investigación Policial Interna (Digipi) y actual subcomandante general, Iván Careaga.
Chávez añadió que, ante la situación en la que se encuentra actualmente la Policía, lo conveniente para su transformación es que se realice una auditoría externa.
El presidente del Senado, José Alberto Gonzales, quien participó en la reunión, dijo que la ministra se comprometió a evaluar la documentación que reciba de Chávez. Exhortó a los policías, especialmente de bajo rango, a no tener miedo a denunciar actos de abuso y de corrupción. "Hay los mecanismos en los que se garantizará la confidencialidad”, dijo.
"Me voy con una sensación amarga”
Después de que reciba la resolución de su traspaso a la reserva activa, la generala Rosario Chávez hará el relevo de su cargo. A pocas horas de su partida, tras 31 años de servicio, aseguró que se va con la conciencia tranquila, pero con amargura por la corrupción que aún impera en la Policía.
"Estoy esperando que llegue la resolución que me pasa a la reserva, eso es lo que yo quería, que se respete la institucionalidad y no se me degrade”, dijo.
"Para mí fue un gran honor llegar a subcomandante de la Policía Boliviana. Me voy tranquila porque trabajé con transparencia y traté de hacer un cambio en la mentalidad. Pero también me voy con la certidumbre de que hay corrupción, y eso es una sensación amarga y dolorosa”, acotó.
Manifestó que las denuncias que tiene deben pasar a las instancias que corresponden para que siga la investigación. "Yo creo que antes había actos de corrupción, pero no con la intensidad de ahora. La Policía está desacreditada”.
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