Saturday, June 27, 2015

Denuncian tráfico de víveres en la Policía Boliviana

Dicen que hay sobreprecios de entre Bs 5 a 10 por cada saco de arroz, azúcar y harina.

Efectivos de bajo rango de la Policía afirmaron que hay negociados entre los jefes administrativos de la Policía y los proveedores de víveres, entre ellos la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).

En una consulta realizada por La Prensa en la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Cales y Policías (Ansclapol), se informó que los jefes administrativos —responsables de la adquisición de alimentos— se “embolsillan” entre 5 y 10 bolivianos por cada saco adquirido a proveedores y que nadie indaga este hecho.

Uno de los consultados, A. G., actual funcionario de Tránsito, informó que la dotación está compuesta por un quintal de arroz, otro de azúcar y un último de harina, aunque si el monto establecido es superior al costo de los tres productos, el saldo debe ir a la compra y entrega de fideo, aceite y otros, lo que no se ha cumplido.

Mientras que E. M., suboficial de policía, afirmó que para completar el incremento de 1.630 bolivianos anuales, valor del cupo de víveres para los policías, los altos jefes hacen aparecer montos con sobreprecios cuando un gran lote de productos es adquirido de Emapa.

“Desde abril de 2014 se ha modificado el valor del cupo de los víveres, pero si alguien se anima a revisar las planillas de adquisición van a encontrar irregularidades y eso es de conocimiento del Alto Mando y de lo cual la generala Rosario Chávez aún no habló”, dijo el uniformado.



MUJERES. En tanto, las esposas de policías de bajo rango, en puertas del Ministerio Público anunciaron el inicio de una huelga de hambre y la entrega de documentos de los actos de corrupción cometidos por la actual cúpula de la Policía Bolivia.

Una de las mujeres, viuda de policía, Guadalupe Cárdenas, quien en la pasada gestión fue sujeta a procesos judiciales por parte del Gobierno, en compañía de al menos cinco esposas, declaró que la corrupción no está solo en los víveres, donde hay sobreprecios, sino también en la adquisición de uniformes.

“Precisamos conocer cuánto le ha costado al Comando General de la Policía el uniforme de tan mala calidad, debemos saber qué autoridades han licitado esta dotación y si la licitación se ha cumplido correctamente porque la evidencia, que es la mala calidad, muestra que algo pasó”.

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