El excomandante general de la Policía Boliviana, Luis Cerruto, obtuvo la detención domiciliaria con derecho a trabajo y su salida del penal de San Pedro la víspera de Navidad. En octubre fue encarcelado en una investigación por irregularidades en la compra de víveres para la Policía.
"El jueves se llevó a cabo la audiencia de cesación a la detención preventiva donde la jueza le otorgó este beneficio y dispuso la detención domiciliaria con salida laboral, el arraigo, fianza de 90.000 bolivianos y la prohibición de concurrir a lugares donde haya documentos sobre la investigación”, informó ayer su abogado, Jorge Tapia.
El general es procesado por una adjudicación irregular de víveres para la Policía en la gestión 2015. Además de él, al menos otros tres policías y una civil son investigados por el mismo caso.
Al principio de este año se adjudicó a dos empresas la compra de 83.800 quintales de harina y arroz y se pagó como adelanto unos cinco millones de bolivianos que al final fueron devueltos por una de las empresas.
Pero en junio se descubrió que la adjudicación pudo ser dirigida por personal subalterno de Cerruto, quien dijo desconocer estas acciones.
A él lo imputaron por falsedad material, falsedad ideológica, conducta antieconómica, uso de instrumento falsificado y contratos lesivos al Estado.
Tapia explicó que el 9 de octubre se envió a Cerruto a la cárcel con el argumento de que puede influir en testigos y destruir elementos de prueba. Pero estos riesgos procesales fueron desvirtuados el jueves.
El oficial es aún parte de la Policía, se encuentra en la letra "C” de disponibilidad, fase previa a la jubilación.
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